El pene es el órgano genital masculino encargado de la reproducción y de la expulsión de la orina y del semen. Dispone de una anatomía compleja, con distintos tejidos, venas y arterias que sirven para que el pene realice sus funciones (reproducción y micción).
El pene forma parte de los genitales masculinos externos, junto con el escroto. Asimismo, el hombre dispone de otros genitales internos como son los testículos, la próstata o la uretra, entre otros.
¿Qué podemos encontrar en el pene?
Venas y arterias: que lo recorren desde el hueso pélvico hasta el glande. Las arterias son las encargadas de introducir la sangre en el pene durante la erección y hay varias: la arteria dorsal, la cavernosa, la bulbouretral, etc. Por otro lado, las venas tienen la función de extraer la sangre una vez pasada la erección. Algunas de las venas que podemos encontrar en el pene son la vena dorsal profunda y la bulbouretral.
Túnica albugínea: Se trata de un tejido que evita que las venas drenen en exceso la sangre durante la erección. Como la túnica albugínea en la zona del glande es más fina, esta parte es más maleable que el resto del pene.
La uretra: A través de este conducto discurre la orina desde la vejiga hasta el exterior. Igualmente, por el conducto que forma la uretra pasa el semen durante la eyaculación. La uretra está rodeada de un cuerpo esponjoso que la protege y previene su compresión durante la erección. Cuando llega al final del pene, este conducto se ensancha.
El glande: Al final del pene, en la parte más alejada del hueso pélvico, encontramos el glande, que podemos distinguirlo por su tono rosado y su forma más abultada y ancha. Además, es en esta parte donde se encuentra el orificio de salida de la uretra.
El glande se encuentra protegido por una fina piel a la que conocemos con el nombre de prepucio que se retira hacia el hueso pélvico durante el momento de la erección.
Nervios: Estos son los encargados de enviar al cerebro distintas sensaciones positivas como el placer que se siente durante las relaciones sexuales, pero también envían otras negativas como el dolor, picor, etc.
Cuerpos cavernosos: Es un tejido eréctil que contiene las trabéculas. A veces, se puede crear una cicatriz en este tejido, haciendo que se pierda elasticidad y provocando la curvatura del pene hacia la cicatriz.
Trabéculas: Las trabéculas son unas fibras que se encuentran dentro de los cuerpos cavernosos y están comunicadas entre sí. Éstas están compuestas de fibras elásticas y musculares que se llenan de sangre a presión durante la excitación sexual. Todo ello provoca que el pene aumente de tamaño y dureza, ocasionando lo que comúnmente se conoce como erección.